domingo, 24 de febrero de 2008

24 febrero 2008 noticias!

Autonomía de gestión, excusa para vender Pemex: experto de ONU

Se daría apertura al capital foráneo mediante emisión de “títulos con derechos económicos”
Israel Rodríguez J.

La autonomía de gestión para Petróleos Mexicanos (Pemex) propuesta por legisladores del PAN y algunos del PRI es el método considerado políticamente viable para transferir la propiedad al sector privado y adelgazar al Estado, según dictan los cánones del neoliberalismo, alertó Víctor Rodríguez Padilla, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y consultor de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En esa propuesta se pretende cambiar el estatus jurídico de Pemex para convertirla en sociedad anónima o sociedad de interés público para que pueda participar la iniciativa privada. Para ello, explicó, la autonomía de gestión significa libertad en la empresa para gastar, contratar créditos y asociarse, con lo que paulatinamente migraría la propiedad estatal a la privada.
“La idea es que Pemex pueda utilizar libremente su dinero, sin procedimientos rígidos ni controles, para acceder a los mercados de capital y acordar alianzas con sus competidores, provedores y clientes. Como mínimo se plantea que la paraestatal salga de la Ley de Obras Públicas y emita reglas propias.”
En esa propuesta habría una apertura al capital privado mediante la emisión de “títulos con derechos económicos”, “acciones”, “instrumentos vinculados al capital de la empresa” o “certificados de participación patrimonial”, reservados inicialmente para mexicanos. Hasta ahora Pemex sólo ha vendido bonos en mercados internacionales y desde hace poco deuda de corto y largo plazos en la Bolsa Mexicana de Valores mediante certificados bursátiles, con lo que hipoteca sus flujos futuros de efectivo, mecanismo en el que han participado las administradoras de fondos para el retiro.
Entre los argumentos que utilizan los promotores privatizadores gubernamentales del PAN y algunos del PRI es que todos los que lo deseen, desde Carlos Slim hasta los indígenas de los Altos de Chiapas, podrían invertir sus ahorros en una especie de capitalismo popular o privatización social a la europea. “Ahora sí los mexicanos seremos dueños de Pemex, pero habiendo 60 millones de pobres quién podría comprar acciones de Pemex”, se preguntó el experto.
Recordó que la “venta popular de acciones” fue el método preferido para privatizar empresas del Estado en Francia, Bélgica e Italia. Advirtió: “si al principio se pusieron candados para mantener atomizado el capital y en manos nacionales, con el tiempo se desvanecieron, dando origen a un irresistible proceso de concentración y extranjerización del capital”.
Rodríguez Padilla indicó que para la bursatilización de Pemex se requieren tres condiciones: primero, un nuevo régimen fiscal que garantice la operación rentable de la empresa y dividendos para los accionistas. Segundo, la autonomía administrativa y financiera, para que la empresa pueda manejar discrecionalmente los recursos derivados de una menor carga tributaria. Tercero, el establecimiento de un gobierno corporativo que vele por los intereses de los accionistas privados y se conforme a las disposiciones de la Comisión de Valores de Estados Unidos para poder seguir accediendo a los mercados financieros de aquel país.

“Autonomía de gestión, excusa para vender Pemex: experto de ONU”. La jornada. 24 febrero 2008. Economia. < http://www.jornada.unam.mx/2008/02/24/index.php?section=economia&article=025n1eco >. ( 24 febrero 2008 ).


Elige hoy el Parlamento cubano al remplazante de Fidel Castro


Su hermano Raúl aparece como el más probable candidato a la presidencia del Consejo de Estado
No se descartan sorpresas si se permite el ascenso de personajes de menor edad a ese órgano
Gerardo Arreola (Corresponsal)

La Habana, 23 de febrero. Cuba comienza este domingo una etapa de su vida moderna que aún encierra numerosas interrogantes, agitadas por las pocas confirmaciones disponibles, la principal de las cuales es que el próximo jefe de Estado no será Fidel Castro, por primera vez en 31 años.
En su último día en el puesto, el mandatario insistió este sábado en rechazar las demandas externas de cambios estructurales en Cuba, para lo cual publicó un texto en el que reprodujo notas de prensa, entre ellas dos de La Jornada, y se burló de la Organización de Estados Americanos (“por casualidad me enteré de que existía, al leer hoy un cable”).
También anunció escuetamente que espera “la decisión trascendente del 24” y que ahora estará “varios días sin usar la pluma”, que ha estado muy activa en los últimos tiempos.
Este domingo quedará instalada la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento), integrada por los 614 diputados que fueron ratificados en las votaciones del 20 de enero.
La sesión empezará a media mañana y podría llevar varias horas. Al principio la conducirá María Esther Reus, ministra de Justicia y presidenta de la Comisión Electoral Nacional, quien hará el informe final de los comicios, para declarar válida la integración de la séptima legislatura del Parlamento.
Luego serán elegidos, sucesivamente, los integrantes de la directiva de la ANPP (presidente, vicepresidente y secretario), de una lista única que presentará una comisión nacional especialmente integrada para elaborar las propuestas al Parlamento.
Tras tomar posesión, la directiva del Parlamento conducirá la elección del Consejo de Estado (presidente, vicepresidente primero, cinco vicepresidentes, un secretario y otros 23 miembros), también a partir de una lista única.
Ambas listas fueron elaboradas en consultas individuales que realizó la comisión ad hoc entre los diputados, pero cuyos perfiles se desconocen públicamente.
Tradicionalmente el presidente del Consejo de Estado concluye la jornada con un mensaje a la nación, que en este caso será la primera señal de los márgenes dentro de los cuales correrá la futura dirigencia cubana.
Castro fue electo presidente del Consejo de Estado por primera vez el 3 de diciembre de 1976 y después fue relecto en cinco ocasiones. Su hermano menor, Raúl, siempre fue desde entonces el vicepresidente primero, prolongando así una decisión más antigua, que lo ubicaba como el remplazante inmediato del líder máximo en caso de una emergencia.
Grandes interrogantes
A cargo provisional de todos los puestos de primer nivel, desde que estalló la crisis de salud de Fidel, en julio de 2006, Raúl parece ahora el más probable candidato a la presidencia del Consejo de Estado, equivalente a una jefatura de Estado y de gobierno.
Pero en ese punto radica la primera de las grandes interrogantes de este trance: si la dirigencia cubana ha dispuesto ejecutar un relevo generacional suave y paulatino, concordante con la línea histórica conocida, o bien efectuar un remplazo más acentuado, dejando al menor de los Castro al frente de las fuerzas armadas y permitiendo el ascenso de otro personaje de menor edad.
En cualquier caso, una segunda cuestión es la forma en que serán compaginadas las funciones públicas con el liderazgo político de Fidel Castro, libre del compromiso que impone la investidura presidencial, pero activo en la polémica y, en cualquier caso, todavía al frente del Partido Comunista de Cuba.
También es una interrogante la forma en que serán mezcladas las generaciones de líderes en la dirigencia del Parlamento, la composición del Consejo de Estado y la integración del gabinete ministerial subsecuente: siguiendo la línea actual, de avance pausado, o más radicalmente, implicando la virtual jubilación de algunos de los veteranos.
Es posible, por fin, que la forma en que se resuelvan esas incógnitas, más el discurso del próximo presidente de este país, ofrezcan las claves del fondo de la cuestión: de qué manera, a qué ritmo y con qué alcances se realizará la reforma que esperan los cubanos, si bien dentro del marco del sistema, para empezar a caminar la ruta de recuperación de su nivel de vida.

“Elige hoy el Parlamento cubano al remplazante de Fidel Castro”. La jornada. 24 febrero 2008. Mundo. < http://www.jornada.unam.mx/2008/02/24/index.php?section=mundo&article=028n1mun >. ( 24 febrero 2008 ).

Carlos Lage, segundo en la lista de posibles sucesores de Fidel Castro


Desde 2001 devino en el líder isleño de mayor presencia en cumbres de jefes de Estado
Gerardo Arreola (Corresponsal)

La Habana, 23 de febrero. Con apenas 39 años, el médico pediatra Carlos Lage Dávila se enfrentó a un desafío de gran envergadura, al llegar a un cargo equivalente al de primer ministro cuando acababa de caer el muro de Berlín, se perfilaba el derrumbe de la Unión Soviética, la economía de Cuba iniciaba su caída en picada y el mundo especulaba sobre un inminente final del socialismo en la isla.
Este fin de semana, con 56 años cumplidos, Lage encara un nuevo desafío, quizá mayor. Llega a la recomposición parcial de la dirigencia cubana como el civil de más alto rango y el más destacado de la generación que ya vivía pero no alcanzó a combatir durante la insurrección de hace medio siglo.
Si el comandante de la revolución Ramiro Valdés y el general de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé son ejemplos de la promoción que participó en la guerrilla, construyó las fuerzas armadas y de seguridad y se mantiene en posiciones decisivas en la cúpula cubana, Lage es el nombre que viene de inmediato a la mente cuando Fidel Castro habla, como hizo en su mensaje del martes pasado, de una “generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución”.
En cualquiera de las posibles combinaciones que surja el domingo, cuando se elija un nuevo consejo de estado, será relevante la ubicación de Lage. Su presencia simultánea en la vicepresidencia de esa institución, la jefatura del gabinete y el buró político del Partido Comunista de Cuba (PCC) y su experiencia en el trance de la crisis de los 90 hacia la reanimación económica, lo ubican dentro de los civiles como un primus inter pares en ese conglomerado de dirigencias.
Tal es el reconocimiento de su nombre en la isla que lo mismo en la calle que entre círculos con acceso a informaciones bien situadas, se considera plausible la conjetura de que él podría ser el segundo en la lista de posibles sucesores de Fidel, después de Raúl Castro; o bien que una reforma constitucional separe los cargos de jefe de Estado y de gobierno, para que Lage encabece el equipo ministerial con plenos poderes, en un esquema de dirección compartida, como la que ha ofrecido el actual presidente interino.
Lage fue nombrado secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros en 1990, cargo que lo puso al frente de la operación cotidiana del gobierno y al año siguiente el cuarto congreso del PCC lo eligió al buró político, el más influyente de los órganos de poder. Reconocido por su austeridad y su capacidad de trabajo, fue uno de los dirigentes que iba en bicicleta a la oficina, en el arranque de la crisis que casi paralizó la economía cubana.
Desde aquellas posiciones tripuló la estrategia de sobrevivencia en los 90: turismo internacional, inversión extranjera, libre cambio de moneda, descentralización, mecanismos de mercado a baja escala y microempresa privada. Tras la reanimación, al cambio de siglo, se mantuvo al frente, primero moderando más aún la apertura y luego, en el periodo 2004-2006, operando el viraje hacia la inversión selectiva, el control parcial de cambios, la revaluación de la moneda local convertible y el retorno a la centralización gerencial.
Es el mismo que hace medio año anunció el relanzamiento de Perfeccionamiento Empresarial, la fórmula económica originada en las fuerzas armadas y que se basa en la rentabilidad, la eficiencia, la autonomía de gestión y el ingreso salarial vinculado a los resultados, en un plan que resumió así: “Lo que no es eficiente no es socialista”.
Lage ha sido en casi dos décadas el ejecutor de decisiones estratégicas en la economía cubana, lo mismo en los momentos más críticos como en el derrumbe de la década pasada y la sequía de principios de la actual, que en las negociaciones que trajeron capital fresco en los 90, la alianza con Venezuela o la reconversión de la industria energética.
Fue líder en las escuelas por las que pasó desde la secundaria, y llegó a la presidencia de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), posición que ha representado durante décadas un paso decisivo en el ascenso político en la isla. Diputado desde 1976, viajó en la década de los 80 a Etiopía como jefe del equipo médico que asistió a las tropas cubanas desplegadas en ese país. A su regreso cursó ciencias sociales en la escuela de formación del PCC y en el periodo 1982-86 encabezó a la Unión de Jóvenes Comunistas.
A los 35 años, en 1986, fue llamado por Fidel Castro a integrar el minigabinete presidencial, conocido como Equipo de Coordinación y Apoyo del comandante en jefe, en el que conoció los pormenores de la gestión de gobierno y de la economía. Al mismo tiempo ingresó al Consejo de Estado, del cual fue elegido como uno de sus vicepresidentes en 1993.
Desde 2001, cuando Fidel Castro empezó a reducir sus viajes al extranjero, Lage se convirtió en el líder cubano de mayor presencia en cumbres de jefes de Estado y otros compromisos presidenciales de alto nivel.
Su hermano Agustín es diputado y director del Centro de Inmunología Molecular, uno de los laboratorios de producción científica de punta; uno de sus hijos, Carlos, acaba de concluir su gestión como presidente de la FEU; otro, César, es líder de esa organización en la Universidad de Ciencias Informáticas.

“Carlos Lage, segundo en la lista de posibles sucesores de Fidel Castro”. La jornada. 24 febrero 2008. Mundo. < http://www.jornada.unam.mx/2008/02/24/index.php?section=mundo&article=029n1mun >. ( 24 febrero 2008 ).

No hay comentarios: